jueves, 12 de agosto de 2010

Por qué muchos han perdido la fe en un Dios

Richard Dawkins


Si bien es conocido y aceptado que la teoría de la evolución no es más que eso, una teoría, y que es bueno el analizar si es una teoría científica, ya que el método científico exige observación y experimentación, cosas que no son factibles de hacer para probar lo que ocurrió hace miles y millones de años, aún con todo mucha gente dice haber dejado de creer en Dios.

¿Por qué muchos han dejado de creer en un creador, o ser supremo, o Dios?

Bueno, hay muchos que no creen en Dios porque no les agrada la idea de tener un juez encima de nosotros dispuesto a castigarnos. Otros quieren vivir la vida sin presiones ni culpas. Pero muchos más han sufrido una grave decepción con la religión.

Pienso en todo esto cuando leo una nota del periodista Julio Muñoz Rubio en el periódico La Jornada, quien cita al evolucionista Richard Dawkins. Menciona la campaña que Dawkins lanzó en Londres donde aparecieron muchos autobuses con la leyenda: Lo más probable es que Dios no exista; vive tu vida sin culpas. Pero lo que más me llama la atención es lo que dijo acerca del papa.

En días recientes Dawkins sorprendió a la opinión pública al lanzar una audaz iniciativa: lograr la detención y el proceso judicial del papa (con minúscula, sí) Joseph Ratzinger, cuando visite el Reino Unido en septiembre próximo y acusarlo de delitos contra la humanidad por su complicidad a escala internacional en el encubrimiento a un sinnúmero de prelados de la Iglesia católica, culpables de haber abusado sexualmente de miles de niños a lo largo de décadas.

Dawkins sostiene correctamente que el interés particular de tal o cual Estado (como el Vaticano, en este caso) no puede estar por encima del de los menores de edad para ser tratados conforme a sus derechos; que el carácter de jefe de Estado que tiene el señor Ratzinger, no lo puede hacer inmune a las leyes inglesas (y de muchas partes del mundo, México incluido), las cuales tipifican el abuso infantil en todas sus formas como un delito, y que el encubrimiento que Ratzinger ha hecho de la pederastia también es un delito y, por tanto, tiene que ser detenido y procesado judicialmente justo como se hizo con Augusto Pinochet en 1998.

Ciertamente los actos impropios de quienes deberían defender la santidad de la doctrina cristiana influye negativamente en la opinión de muchos hacia la religión y lo que es peor, hacia Dios.

Justamente, ese Dios cuyo nombre ha sido manchado pronto se vindicará y traerá a jucio "traerá toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala" (Proverbios 12:14).

Joseph Ratzinger
Nota: La Jornada: Richard Dawkins y el compromiso social



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